Solo a veces
A veces, muchas veces, y ya de madrugada,
me sube la tristeza, como si fuera fiebre,
la soledad se clava justo en el lado izquierdo,
Es un futuro insomne, sin mañana y sin brillo,
que me muerde la carne y alborota mis venas.
Es la nada y el miedo de relojes sin horas,
el final de un camino que se adentra en la noche.
Perdidos ya, perdidos, los viejos paraísos,
no hay consuelo en mis voces. La esperanza es un pájaro
que arrastra la tormenta. Soy igual que una hoja
de un viejo calendario. Yo, de pronto, un instante.
Espero poco y nada. Hace tiempo la playa
se hizo sueño de piedra y ahora guarda los restos
de mis lentos naufragios. Hoy las olas arrastran
estos miedos oscuros de una infancia lejana.
Estamos, amor, solos, nosotros y las sombras.
Por eso te convoco en esta noche triste,
y te busco en el roce de la vida pequeña,
la que duerme contigo y nos junta el abrazo.
(Si tú no me miraras, para qué el universo)
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