El primer encierro de los sanfermines 2007 comenzó con cinco minutos de retraso. Inaudito. En una fiesta más puntual que el té de las cinco, el santo se quedó dormido y el chupinazo no estalló hasta que el reloj del Ayuntamiento superaba en cinco minutos las ocho en punto de la mañana. Leer nota.
sábado, julio 07, 2007
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