Joaquin en su blog nos cuenta.
Humilde Homenaje a mi Amigo Quintín Cabrera.
Pocos lo saben. No importa. Quintín era mi amigo.
Un maestro. Un gran hombre poderosamente bueno al que conocí
en los tiempos de los tonos grises y las calles adoquinadas y trémulas de la transitada trastienda de la transición.
Quintín era mi amigo. Aún guardo en el gaznate el sabor del aguardiente al que me invitó en su casa llena de libros, guitarras y tablas de madera, compartiendo mesa, plato y libros de poemas junto a su inseparable Loles. Leer crónica.
Humilde Homenaje a mi Amigo Quintín Cabrera.
Pocos lo saben. No importa. Quintín era mi amigo.
Un maestro. Un gran hombre poderosamente bueno al que conocí
en los tiempos de los tonos grises y las calles adoquinadas y trémulas de la transitada trastienda de la transición.
Quintín era mi amigo. Aún guardo en el gaznate el sabor del aguardiente al que me invitó en su casa llena de libros, guitarras y tablas de madera, compartiendo mesa, plato y libros de poemas junto a su inseparable Loles. Leer crónica.
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