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Maestro Labordeta
Llegaban en el automotor agarrados a sus maletas de cartón, sentados en los duros bancos de madera, cobijados por la mirada silenciosa de sus padres, los chicos de Navarrete, Monreal, Calamocha, chicos en pantalón corto de Alfambra y Perales, de la áspera sierra de Albarracín, allá en Orihuela y Bronchales, llegaban también de Martín del Río, de Miravete y Rubielos, de Mora y Pancrudo. Llegaban hasta de las lejanas Alloza y Andorra. Leer crónica.
miércoles, marzo 24, 2010
Joaquín Carbonell
Publicadas por Romano a la/s 7:40 a.m.
Etiquetas: Joaquín Carbonell, José Antonio Labordeta
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