miércoles, mayo 26, 2010

Ismael Serrano

Ismael nos cuenta en su blog.
Madrid

La crisis estalló y mi ciudad levantaba la mirada al cielo preocupada porque la primavera se empeñaba en no llegar. En el tiempo en que los relojes marcaron la hora de la detonación, Madrid seguía levantándose con el cansancio habitual de los lunes. Como esas muchachas que mienten al decir su edad, la enloquecida urbe se empeñaba en parecer radiante y renovada y serpientes de colores reptaban por sus carreteras maltratadas por el hielo y la sal que cubrieron alternativamente su asfalto en el invierno. Leer crónica.

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