Solos
Después de todo, estamos como siempre,
tan solos como el barco
del Holandés Errante,
lo mismo que una tarde de domingo,
igual que un niño
en el primer día de colegio.
Completo aquí.
Publicadas por Romano a la/s 5:59 a.m.
Etiquetas: Rodolfo Serrano
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