El paro como negocio.
El paro supone una tragedia humana, pero es muy rentable para una determinada manera de entender la economía. Si no fuese un buen negocio, resultaría imposible comprender por qué, en un país tan castigado por el desempleo como España, se aprueban medidas destinadas a avivar el incendio. La obsesión por el déficit, el recorte en las inversiones públicas y la reforma laboral que marcan los pasos de la política en los últimos tiempos sólo sirven para generar más paro y debilitar los puestos de trabajo existentes. El Estado se ha convertido en una empresa con una alarmante afición al despido. Crónica aquí.
domingo, febrero 05, 2012
Luis García Montero
Publicadas por Romano a la/s 8:00 a.m.
Etiquetas: Luis García Montero
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