martes, agosto 19, 2014

Rebeca Jiménez

el último trago...
















A fuerza de saldar cuentas con mi destino,
recordé un instante dónde había nacido.

Soy una palabra, un gesto, un latido,

y otras veces sólo un montón de escombros

del último derribo.



Cuántas otras torres más altas han caído,

cuántas horas muertas nos han perseguido.

Mientras gota a gota se deshace el frío,

la última copa tómala conmigo.



Nada es tan urgente, todos se han dormido,

la bola del mundo colgada de un hilo,

las luces que tiemblan  en el precipicio,

la gente corriente que busca un sentido

a todo este invento en el que vivimos.

Completo aquí.

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