El día que amaneció sin Víctor Jara
Normalmente los días de aniversarios y cumpleaños son motivo de celebración o esparcimiento y mi caso no constituye ninguna excepción. Recuerdo que, cuando era muy pequeño, solía jugar en la parte de atrás del taller de mi padre, que asustaba un poco, todo lleno de herramientas puntiagudas, esquirlas metálicas, polvo, filos aún por sacar, ruedas de afilar y la oscuridad intermitente de un halógeno viejo. Crónica aquí.
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