El ambiente en el hotel Mercure se cortaba con cuchillo el 13 de julio de 2012. El Athletic jugaba esa tarde un amistoso frente al Olympique de Lyon. A un lado Bielsa, que no se hablaba con nadie; al otro
Josu Urrutia y sus directivos, con caras de circunstancias. En medio, los futbolistas. Apenas una semana antes, una rueda de prensa volcánica del entrenador, en la que arremetió contra la empresa que remodelaba
Lezama y contra el club por su dejación de funciones, hizo estallar la chispa de la discordia. Después de aquel partido en
Grenoble, en el que los ultras locales invadieron la grada, cantaron canciones contra el
Lyon durante cinco minutos y después se marcharon del campo, las cosas no volvieron a ser como eran en el Athletic. Aquel día, por primera vez,
Bielsa declinó hablar con los periodistas.Nota
aquí.
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