¿Qué haremos con la esperanza?
"Toda frustración es hija de un exceso de expectativas", le compartí preocupada a los congresistas estadounidenses que visitaron Cuba en enero pasado. La frase iba encaminada a hacerles notar el caudal de ilusiones que se ha destapado en la población a partir del 17 de diciembre. El anuncio del restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos ha provocado el resurgir en este país de un sentimiento perdido por décadas: la esperanza.
Sin embargo, las expectativas que se han creado son tan elevadas y difíciles de cumplir que a corto plazo muchos podrían sentirse desengañados. No hay forma de que la realidad logre satisfacer tan desmesuradas fantasías de cambio. El grado de deterioro que vive Cuba necesita de enormes recursos y urgentes transformaciones para ser superado. El tiempo apremia, pero el Gobierno cubano aún no ha mostrado una verdadera voluntad política para que el nuevo escenario beneficie a un amplio espectro de la sociedad cubana.Crónica aquí.
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