“El cine ha sido una maldición y una bendición”
El cineasta, muy emocionado, recoge el premio Donostia en presencia del presidente del Gobierno antes de la proyección de ‘La habitación de al lado’
Hace 44 años, un Almodóvar treinteañero llegó a San Sebastián a presentar en su festival de cine Pepi, Lucy, Bom y otras chicas del montón, su debut en el largo. Aquel viaje ha devenido con las décadas en una odisea vital, rematado con el premio Donostia para el cineasta en esta 72ª edición del Zinemaldia, y justo con su primer largometraje en inglés, La habitación de al lado, con el que ha ganado el León de Oro en Venecia. “Es difícil mantenerse intacto en un momento como este, pero lo voy a intentar desesperadamente”, confesaba en el escenario del Kursaal con el galardón custodiado en manos de quien se lo había entregado, Tilda Swinton. Llevo, desde que llegué a esta ciudad, disfrutando de tantas emociones... Gracias por tanto cariño”.
En su discurso de agradecimiento, explicó: “Desde pequeño en el cine vi una realidad que era mejor que la mía”. Así ha hablado de su pasión por el cine: “Me ha salvado de muchos peligros y me lo ha dado todo. El cine ha sido una maldición y una bendición. No entiendo otra vida que la que llevo, escribiendo y rodando cine. Mi vida no tiene sentido sin el cine. Incluso cuando se acaben las ideas, seguiré rodando. Porque no concibo la otra posibilidad, el vacío”. Acerca de su carrera, reflexionó: “He impuesto mi mentalidad desde los márgenes sin que nadie me otorgara un permiso. Hoy, cuando alguien me dice que por mi cine ha estudiado español o ha venido a Madrid por mis filmes, me siento pleno”.
Después de repasar una larga lista de colaboradores en su cine y en su vida, explicó: “Si a alguien ofendí, le pido perdón, no he podido ser de otra forma... y tampoco lo he intentado. Abusando de este premio y de este micrófono, os aconsejo: hagamos lo posible porque las grandes tragedias, el dolor cotidiano, la injusticia social... todo lo negativo se convierta en ficción”. Y agradeció la presencia en el patio de butacas del Kursaal de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, porque “así apoya a la cultura”.
Horas antes, Pedro Almodóvar, que venía de celebrar sus 75 años el miércoles, se definió ante la prensa como “abrumado”: “Estoy viviendo un tumulto de emociones. Entre las proyecciones de mi película, el premio y el cumpleaños estoy al borde de las lágrimas. Y eso me hace reflexionar sobre muchos temas. Es que hace 44 años ya estuve aquí con Pepi, Lucy, Bom y otras chicas del montón. Yo recuerdo que era tan defectuosa que vendí que sus defectos eran en realidad estilo. Así de descarado soy. En fin, esta ciudad aún me provoca muchísimas emociones”. Así arrancaba el encuentro más multitudinario de esta edición del festival de San Sebastián, que rinde pleitesía a Pedro Almodóvar. Nota aquí.
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