Nuestro tango
Suena leve un tango. Llueve lento.
Goyeneche. Garúa, de Cadícamo.
La música de Troilo se derrama,
Estas noches de frío y soledades.
El corazón perdido en otros días
lejanos, ya lejanos. Tu recuerdo
es un gato dormido en la memoria.
Y yo, en medio de todo, como un ángel
que ha perdido sus alas en tus brazos.
Que se viste de olvido en la penumbra
y escribe su pasado con tu nombre.
Me muero por la vida. Ya no espero
que suba la marea, no persigo
sirenas y naufragios, ni siquiera
bocanadas de amor frente a la noche.
Ahora espero escuchando viejos tangos.
Sin brújula ni norte. Tal vez sea
la Cruz del Sur el último refugio,
muy lejos, imposible. Y añoranza.
(Que la nostalgia venza a la certeza,
la verdad que no oculta el calendario).
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