domingo, marzo 02, 2025

Rodolfo Serrano

 Nuestro tango

Suena leve un tango. Llueve lento.
Goyeneche. Garúa, de Cadícamo.
La música de Troilo se derrama,
como un vaso de sueños por la casa.
Estas noches de frío y soledades.
El corazón perdido en otros días
lejanos, ya lejanos. Tu recuerdo
es un gato dormido en la memoria.
Y yo, en medio de todo, como un ángel
que ha perdido sus alas en tus brazos.
Que se viste de olvido en la penumbra
y escribe su pasado con tu nombre.
Me muero por la vida. Ya no espero
que suba la marea, no persigo
sirenas y naufragios, ni siquiera
bocanadas de amor frente a la noche.
Ahora espero escuchando viejos tangos.
Sin brújula ni norte. Tal vez sea
la Cruz del Sur el último refugio,
muy lejos, imposible. Y añoranza.
(Que la nostalgia venza a la certeza,
la verdad que no oculta el calendario).
Foto de Raul Cancio.



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