Nubes y pájaros,
No es la primavera.
Florecer no es nuevo,
continúa, como la luz
que ya temblaba,
las sombras, ¿mías?
lo que permanece
sin nombre.
Son los huecos que abren
ojos que no conozco,
y la silueta de silencio
que dibujo y soplo,
y los pasos que borro,
cómplice violenta de las olas.
Es el cielo que.
Es el bosque que.
Es la arena que.
Es la tierra que remuevo,
y la yema del amor es.
Lo que reclama.
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