“Volví a sentir el placer y la alegría de estar arriba del escenario"
El reconocido actor reflexiona sobre los vínculos en tiempos de aplicaciones de citas, habla del presente del teatro y la ficción nacional, y cuenta cómo la obra Match for Love lo reconectó con una pasión que, lejos de apagarse, se renueva con cada función.
Entre la memoria de sus grandes personajes y los desafíos que atraviesa hoy la industria, reafirma su vocación con humildad, convicción y una ternura que se cuela en cada palabra. Quienes lo conocen bien aseguran que son pocos los intérpretes capaces de habitar cada personaje con la precisión y sensibilidad que él despliega, sin importar si se trata de un set en una megaproducción internacional, un escenario en una pequeña sala o una multitud.En su regreso al teatro con "Match for Love", y con una inminente gira por el interior del país, Alejadnro Awada transita el presente con la pasión intacta y el deseo puesto, una vez más, en escena. Reflexivo y sensible, habla de los vínculos en una modernidad que le resulta algo ajena, de los rituales que se están perdiendo, del presente incierto de la ficción nacional y de la necesidad urgente de defender la cultura como un pilar esencial para construir una sociedad mejor.
–¿Volver al teatro es tu forma de encontrar el amor?
–Sin dudas. Es reafirmar mi trabajo y volver a conectar con aquello a lo que me dedico. Me reencontré con eso, con el por qué soy actor, y fue muy fuerte. Volví a sentir el placer y la alegría de estar arriba del escenario. Agradezco ser actor, de corazón.
–"Match for Love" habla esencialmente del amor y de cómo se aprende a amar, pero lo hace desde una circunstancia que quizás te resulte ajena: las redes sociales. ¿Te sorprendió algo del mundo de las apps?–Con mucha inteligencia y humor, la obra nos invita a observar qué tenemos al lado, enfrente, cómo es posible que aún haya posibilidades de amar cuando hoy creemos que la salvación se encuentra únicamente en una pantalla. Me impacta la inmediatez, lo descartable de los vínculos, cómo se pone en juego la ilusión. Claramente soy de otra generación, de esa en la que conocés a alguien personalmente porque se da o porque alguien te la presenta. Esto de agarrar un teléfono, elegir una persona, hablar y coordinar una cita en cinco minutos me parece fabuloso y preocupante a la vez (se ríe).
–Después del estreno de la obra, ¿charlaste sobre estas nuevas dinámicas con tu grupo de amigos? Porque tal vez muchos tienen curiosidad, pero por una cuestión generacional, como decís, no se animan a incursionar…
–Sabés que tengo un amigo que es fan de las aplicaciones. Estamos todos reunidos y él tipo está ahí, con el teléfono y las apps. Nosotros lo cargamos, él se ríe y sigue. Fue a ver la obra, pero no me hizo ningún comentario, andá a saber por qué (se ríe). Seguro se sintió identificado. Por mi parte, no jugué ni juego. Por ahora, no. Nota aquí.

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