martes, octubre 14, 2025

Carlos Salem

Un atropello de sueños,
una tropilla de almohadas.
Un miedo más grande
que todas las las casas
en las que vive el hambre.
Y el hombre,
al borde de su propia fosa,
en lugar de inventar una escalera,
inventó la pala.
No estamos seguros de que exista el alma, pero ya la pesamos
para poder venderla
a precio de mercado.
21 gramos de de amores
que fueron y que no,
de droga mal cortada,
sobrecitos de cobardías legales,
amistades en porciones,
deseos como selfies,
las pasiones contadas.
¿Cuanto cuesta un alma nueva,
señor dealer,
o por lo menos
una que no esté tan usada?
21 cucharadas de recomendaciones
bajas en calorías,
libres de gluten y de conciencia.
21 colibríes volando amontonados
dentro de esta pequeña jaula.
21 gramos
de nada.



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