"La muerte es una excusa para hablar de la vida"
En diálogo con MDZ, Tute habló de "Ensayo para mi muerte", la novela gráfica que nació en medio del duelo por la pérdida de su hermano.
La muerte y el humor pueden encontrarse en una obra de arte, tal como lo hacen en el nuevo libro del humorista gráfico Tute, titulado “Ensayo para mi muerte”. En él, el artista presenta a una persona fallecida, tendida en el suelo, desde el comienzo hasta el final. Al verlo, al toparse con la muerte, cada personaje circunstancial reacciona de una forma sumamente diferente, demostrando desinterés, miedo y hasta culpa.
Se trata de la obra más introspectiva, reflexiva y teatral de Juan Matías Loiseau, más conocido por su nombre artístico Tute, que nació como una forma de hacer catarsis en medio del duelo por la partida de su hermano, Tomás Loiseau, vocalista de la banda Mamushkas, en noviembre de 2019. “El libro tiene que ver con la muerte de mi hermano. Sentí que tenía que hacer algo con eso y empecé a dibujar”, contó el artista en una entrevista exclusiva con MDZ y profundizó en su mirada sobre el fin de la vida.
En la charla, además, Tute recordó a su padre, el famoso humorista gráfico Caloi, quien lo inspiró a seguir el camino del lápiz y el papel. “Mi papá se hacía querer a través del dibujo”, manifestó y agregó: “Todos los artistas hacemos lo que hacemos para ser aceptados y queridos”.
- Tu padre, Caloi, fue un historietista súper reconocido, por lo que imagino que gran parte de tu interés por el arte viene por ahí. ¿Pero en algún momento dudaste de hacer otra cosa o siempre supiste que era por ahí?
- Desde muy chiquitito supe que quería ser humorista gráfico, ni siquiera dibujante o ilustrador. Tal cual mi viejo. En algún momento surgió alguna duda, sobre todo cuando se abrió el espectro del arte. Entonces pensaba que podría ser también poeta o cineasta. Siempre flirteé con otras cosas, pero nunca me fui del dibujo.
Hoy además considero que convivo con un montón de otras actividades que me gusta hacer, aunque no de manera central como con el humor gráfico. Me gusta escribir, me gusta filmar, me gusta hacer canciones, un poco de todo.
- ¿Qué es lo que te inspiraba de tu papá, de sus historietas? ¿Qué es lo que te gustaba de ese mundo que dijiste que era por ahí?
- Primero, todos somos dibujantes de entrada, lo primero que hacemos es dibujar, después empezamos a hablar y rápidamente dejamos de dibujar y seguimos hablando. Es lo que todos hacemos. Algunos continuamos con el dibujo y nos dedicamos a esto. Por lo tanto, me sentí dibujante desde el principio y con toda justicia porque era dibujante. Después uno tiene que convertirse en humorista gráfico y ahí no basta con dibujar solamente, sino que esos dibujos tienen que contar una idea, esa idea tiene que ser humorística, tiene que mover a la risa, a la reflexión o a conmover. Ese ya es un trabajo intelectual, profesional.
Creo que, un poco, porque era dibujante del principio, otro poco porque lo veía mi viejo dibujar y, sobre todo, haber visto a mi viejo en la calle y que la gente lo reconociera y le pidiera un dibujo. Me encantaba ver que la gente se acercaba a él, le pedía un dibujo y se iba más contenta de lo que había llegado. Nota aquí.
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