Intimo y personal - El cantautor encandiló al público que llenó los Viveros
Nadie quería marcharse anoche del recinto de Viveros. Todos querían escuchar otra canción más, sea cual fuere. Joan Manuel Serrat encandiló, como siempre, a los que llenaron el aforo para acompañarle en un recital íntimo, divertido, socarrón y emotivo marcado por él. Por sus tiempos, sus silencios, su piano y su guitarra. Por su incombustible personalidad. Leer nota.
martes, julio 14, 2009
Joan Manuel Serrat
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