domingo, abril 17, 2022

José Luis Perales

 El emotivo adiós a los escenarios de José Luis Perales

A los 77 años, el cantante español repasó sus éxitos en una performance de dos horas que fue seguida por un público que le respondió con un “No se va, Perales no se va”. 

“Me iré tranquilamente, como llegué un día”, versa “Me iré calladamente”, tema que José Luis Perales compuso para su disco Con el paso del tiempo, y en el que imaginaba su retiro de la música. Lo que en 1986 no era más que una fantasía, 36 años más tarde se convirtió en una dura realidad. El músico español decidió ponerle punto y final a los shows en vivo, y lo hace con una gira, “Baladas para una despedida”, que lo trajo en la noche del jueves a Buenos Aires: la primera ciudad del mundo que lo avaló en el rol de cantautor. Eso sucedió hace medio siglo, según él mismo contó en el escenario, antes de que la emoción lo traicionara por primera vez en las dos horas de performance. Tamaña paradoja. El artista que sensibilizó a millones de hispanoparlantes, a lo largo de décadas, ahora se encontraba allá arriba experimentando ese desconsuelo al que supo ponerle palabras e imágenes.

Antes que crooner, Perales siempre se consideró compositor. Y en eso fue consecuente en su trayectoria. Más allá de confirmarlo una vez más en su último recital porteño, lo personificó desde que empezó a escribir para otros en 1967. Lo de cantar fue un hermoso accidente que le dio la vida, porque no es lo que le sale mejor. Aunque hizo de la adversidad su virtud, al lograr que las vocales extendidas y su tembloroso barítono se transformaran en su sello interpretativo. Al igual que Julio Iglesias, Nino Bravo, Raphael o Camilo Sesto, entre otros, el de Cuenca forma parte de una generación de artistas de la nación europea que hicieron de la canción una herramienta del escapismo, y más en esa España franquista en la que el technicolor afectivo podía ser considerado subversivo. Sin embargo, el llamado “Poeta de la canción” no tuvo prurito en ponerse en la vereda de enfrente de la alegría impulsada por la rumba. Tanto la flamenca como la catalana.

 “Me llamas para decirme que te marchas, que ya no aguantas más”, arranca el clásico “Me llamas”, que Perales invocó casi al inicio de su recital. Sin embargo, el repertorio lo inauguró, luego de entrar al escenario detrás de su banda de acompañamiento, con “Una balada para una bienvenida”: tema que rotula este tour que abarca 70 ciudades de España, Latinoamérica y los Estados Unidos. “Era hora de que nos encontráramos”, fue lo primero que dijo el artista, pasadas las 21 hs, antes de continuar con un espectáculo finamente guionado y segmentado. Nota aquí.



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