martes, mayo 16, 2023

Divididos

 Divididos en Vélez, cómo explotar de vida

El gesto solidario con La Renga fue solo uno de los condimentos de una velada que fue mucho más que un festejo de cumpleaños.

Una fiesta de cumpleaños puede ser un ejercicio autocelebratorio, una buena oportunidad para juntar amigos con la supuestamente simple razón del paso del tiempo. Una excusa para el brindis y el regocijo. Cuando una banda cumple años, redondos o más o menos, la tentación de "hacer algo" es grande, a veces inevitable. La cuestión es qué es ese "algo", de qué manera se festeja, qué contiene el brindis. Si es solo una fiesta más o menos salvaje y taza taza cada cual para su casa, o si hay más que palmeos en la espalda y frases de ocasión.

Lo que hizo Divididos en Vélez fue mucho más que una fiesta de cumpleaños.

Lo habían señalado Ricardo Mollo y Diego Arnedo en aquel encuentro con la prensa en El Teatro de Flores, este concierto era también una forma de lavarse el regusto amargo de aquel primer Amalfitani de septiembre de 1994. Pero el trío que completa Catriel Ciavarella no se quedó en eso, que hubiera sido un objetivo si se quiere menor, casi un capricho. Semejante cita tenía que alimentarse de otras cosas, cosas que hacen a la esencia de la banda y que podían convertirla en otro hito de una rica carrera artística. Que las localidades se agotaran un mes antes demuestra que su público entendió lo mismo. Que había en juego algo más que una revancha de aquel Vélez o el festejo de 35 años.

Curiosamente, el gesto simbólico más potente de la noche del sábado no fue planificado, se decidió una hora antes del show y vino a ponerle el moño a una velada que ya era perfecta. En agosto de 2017, La Renga dio una serie de seis recitales en el estadio de Huracán que ponían fin a diez años sin presentaciones en CABA. Concretar esa serie había costado sangre, sudor y lágrimas: el gobierno porteño puso innumerables trabas para la habilitación (incluyendo argumentos como la "venta de estupefacientes" en los shows), y era inevitable pensar cuánto peso tenía en ello el empeño de la banda en involucrarse en cuestiones como las fábricas recuperadas o el reclamo por la aparición de Santiago Maldonado. Desde entonces, todo intento del grupo de Mataderos por volver a actuar en la capital fue bloqueado por el gobierno que encabeza Horacio Rodríguez Larreta. En CABA se realizan infinidad de eventos masivos, algunos de ellos con "riesgos" similares a los de un show de La Renga. Ver allí una proscripción no supone exageración alguna. Nota aquí.




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