miércoles, enero 29, 2025

Félix Maraña

 Pensión para la difunta

Pues el asunto es muy serio.
Después de haberla palmado,
una monja en Belorado,
pero residente en Derio
(bárbara, celarem, ferio),
para cobrarse un antojo
del Papa Francisco el rojo,
ha prorrogado su estancia
hibernada en la fragancia
de una pensión por despojo.
No te subo la pensión
porque no quiero, Mazón.
(Feijóo).
Ha dicho el obispo Iceta,
tras comprobar en la cuenta
de Seguridad social
Que el convento huele mal,
después de marcharse el novio
que se metió en el cenobio,
más que fiador, espía.
Dios da crédito y canción
pero de dicha pensión
dice que nada sabía.
No te saco de prisión,
porque no quiero, cabrón.
(Rajoy eme punto).
Pues si cobrar no quería
la pensión de monja muerta,
que entregue llaves y puerta
y largue repostería
como la iglesia quería
facturando más pasteles,
o que medie el padre Apeles
y les eche algún conjuro,
chusco, barato, de duro
y lo financien los fieles.
En la caja de pensiones
no me toques los sermones.
(Mariano Eme punto Rajoy).
Es pensión en diferido
que diría Cospedal.
Dinero en sobre mortal,
que es dinero preferido
por Rajoy y su partido
para las obras de casa.
Luego pasa lo que pasa
con el croar de las ranas
del circo de la Esperanza.
Una tiene mucha panza.
Y dios se pone a temblar.
Vivirás de tu pensión,
aguanta Luis, so cabrón,
que tampoco te ha ido mal.
(Le machaca Cospedal).





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