Tardaron los españoles en aceptar el gran descubrimiento del monje francés Dom Perignon en el año 1688. Se dice que fue el Rey Fernando VII, en 1818, quien destapó las primeras botellas de champán en la Corte española. Pero los catalanes, próximos a Francia, enseguida desarrollaron el gusto por las burbujas y al poco tiempo Barcelona dejó de ser la puerta de entrada del producto francés y se puso a trabajar para producir el propio con el método champenoise. Después de la efímera presentación del Champán de Reus en la exposición Universal de París en 1868, fue Josep Raventós i Fatjó, heredero de la bodega fundada en el siglo XVI por Jaume Codorníu, quien da inicio a la producción nacional cavando un depósito (cava) en el patio de su casa para criar las primeras botellas.Leer nota.
miércoles, junio 17, 2009
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