Mi no a la guerra. La intervención militar en Libia ha provocado diversas reacciones dentro de la izquierda. Dejando a un lado la demagogia de la derecha mediática, que no pierde ocasión para desprestigiar a los intelectuales que mantienen una conciencia crítica frente a las consignas neoliberales, es verdad que en esta ocasión no hay una respuesta tan clara e inmediata como la que se produjo ante la invasión de Irak. ¿Son raras las dudas de hoy? Confieso que, por el contrario, me resultan envidiables y extrañas las posturas que derraman seguridad en sí mismas. Estamos envueltos en una situación compleja en la que no hay decisión que evite el malestar. Crónica completa aquí.
domingo, marzo 27, 2011
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