Domingo por la tarde en La Latina.
Discurre la tarde en un tufo a ginebra y maíz tostado en las bocas de los concurrentes, se cae el limón al suelo, la nicotina tizna de voces la puerta de los tugurios y Madrid, Distrito Latina, es una mezcolanza de bárbaros llegados del extrarradio con las cejas reducidas a un mero rastro y cachorros del barrio de Salamanca con ánimo de apareamiento. Esto es España, una delirante celebración de la vida mientras hace aguas el sistema entero. Crónica completa aquí.
miércoles, noviembre 02, 2011
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