Con el ropaje justo para cada canción
Los seis años de espera se disolvieron en una noche mágica, no sólo por las tres horas y media de show y el carácter renovadamente expansivo del cubano, sino por la sustancia artística de cada versión. La larga cadena de bises se extendió en la madrugada. Nota aquí.
Los seis años de espera se disolvieron en una noche mágica, no sólo por las tres horas y media de show y el carácter renovadamente expansivo del cubano, sino por la sustancia artística de cada versión. La larga cadena de bises se extendió en la madrugada. Nota aquí.
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