La casa de Sabato busca donantes para convertirse en museo.
Ernesto Sabato vivió 66 de sus 99 años en una casa de Santos Lugares, en la periferia de clase media de Buenos Aires. Pese a su inclinación al aislamiento, su hogar fue lugar de encuentro de escritores y pintores, como él; de músicos, algunos con los que compuso letras para tangos y canciones folclóricas; periodistas, políticos, lectores y vecinos. En los últimos años de su vida, que acabó en 2011, tras la muerte de su esposa y de uno de sus dos hijos, Sabato se fue dejando estar y la vivienda, construida en 1927, también entró en decadencia. Incluso después de su fallecimiento, su otro hijo, el cineasta Mario, y su nieta Luciana, arquitecta, descubrieron que la habitación donde escribía el autor de El túnel y Sobre héroes y tumbas y donde durmió sus últimas noches estaba a punto de derrumbarse. Nota aquí.
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