Serrat celebra su historia de amor con México con una gira por todo el país.
El cantante catalán recorre a sus 70 años una decena de Estados de la república donde vivió exiliado por sus críticas al franquismo
Era el 2 de noviembre, Día de Muertos, de 1969. En la enorme capital mexicana se había inaugurado el metro hacía poco más de un mes. Y en el Palacio de Bellas Artes actuaba por primera vez un joven cantante a punto de cumplir los 26. Entonces aquel chavo aún no sabía que aquí al pavo le dicen el guajolote; a la rubia, la güera; y a la piscina, la alberca. Pero lo fue aprendiendo poco a poco, a medida que se enamoraba de las canciones de José Alfredo, de Cri-Crí o de Álvaro Carrillo. Y de todo un país “que baila con la muerte, que hace pasteles con la tierra y se los come”. Nota aquí.
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