Sueños barriales a escala monumental
Ante 55 mil personas y a lo largo de tres horas y media de show, Andrés Ciro Martínez planteó una indiferenciación entre presente y pasado, al punto de lograr una masa uniforme, digerible y bien guionada. El cantante presentó Naranja Persa 2, pero tocó 14 temas de Los Piojos.
“¿Y ahora qué?”, podrá preguntarse Andrés Ciro Martínez en su descanso. El hombre acaba de cumplir el máximo objetivo de su segundo nacimiento. Cuando termine de desmigajar qué pasó, qué le gustó y qué podría haber salido mejor, cuando hayan volado los cheques y consigo las hormonas de una noche templada, el cantante tendrá que crear un nuevo horizonte. A casi diez años de la mojada jornada de mayo que vio a Los Piojos tocar por última vez en la cancha de River, su frontman retornó al mismo punto al mando de Ciro y Los Persas, su proyecto solista que, meses después de aquella separación, arrancó con una sola meta: presentarse nuevamente en ese lugar. Así lo reveló anoche, cuando se convirtió en el primer artista argentino en hacerlo con dos proyectos diferentes. Recordó entonces una charla que tuvo con el guitarrista Juan Gigena Ábalos, primer miembro real de Los Persas: “Después de esa noche y toda esa historia maravillosa, me junté con él –dijo–. Me preguntó cuál era mi idea, si ensayar, si armar algunas fechas… y yo le dije: ‘Tocar en River’. Gracias por estar hoy acá, a pesar de la crisis y de lo difícil que es comprar una entrada”. Nota aquí.
0 comentarios:
Publicar un comentario