sábado, abril 06, 2019

Elvira Sastre

Ciudad océano

Madrid te abraza si quieres que te abrace, te observa si quieres que te observe y te ayuda si quieres que te ayude


Madrid es una ciudad océano, aunque no tenga mar. Cuando la conoces, te da dos opciones: zambullirte en ella y flotar sobre su superficie o escapar a braza antes de que te ahogue. Es una capital rápida que te obliga a ser más veloz que ella para que no te alcance. No contempla: sólo mira, con los ojos apresurados. Tampoco espera: sigue su camino sin que importe el paisaje. Pero tiene algo que la hace humana: la generosidad. Madrid te abraza si quieres que te abrace, te observa si quieres que te observe y te ayuda si quieres que te ayude. Sólo hay que pedírselo. Nota aquí.



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