SOÑAR
como sueñan los niños,
con el alma inocente,
con el tiempo empedrado.
Soñar.
Y no desistir del milagro.
A pesar del abismo,
del incierto futuro,
del color malherido.
Soñar.
Para renacer.
Para vivir.
Para restaurar la dignidad.
Soñar,
y no dejarse, jamás, morir.
jueves, abril 18, 2019
Rafa Mora
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario