domingo, abril 21, 2019

Rafa Mora

LOS VIEJOS AMIGOS
Mientras el frío abraza la hiel de esta vieja ciudad,
y la lluvia deshace el horizonte y desdibuja su contaminada geometría,
yo me acuerdo de los viejos amigos.

Y mientras la habitamos con acelerada prisa,
transitándola a golpe de decibelio,
al ritmo del metrónomo gris de la rutina,
yo me acuerdo de los viejos amigos.
Porque no hay paz en la ciudad.
Ni en sus días.
Ni en sus noches.
El tiempo se pierde incesante en la cotidiana jungla de hormigón.
Se desvanecen la luz y
las intenciones.
Y quedan las calles húmedas de melancolía.
Y yo me acuerdo de los viejos amigos.
Y los extraño.


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