sábado, junio 01, 2024

Joaquín Lera

 REFUGIO

Tenia un refugio.
Un peine de hierba entre los dedos.
Una raíz de nube en la almohada.
Una certeza diluida en las pupilas.
Tenía un refugio.
Un lecho de cuartillas y de cielos.
Una gotera de luces en el alma.
Una ventana con vistas a su isla.
Tenía un refugio.
Un oído con partituras y arroyuelos.
Una marea que me acariciaba.
Un manantial de soles y alegrías.
Entonces, nunca era demasiado tarde.
Se posaban en sus trenzas mis palabras.
Nada era excesivo.
La dicha habitaba en un susurro.
El éxtasis en el zaguán del equilibrio.
La belleza era el único destino.
Ahora;
solo queda un calendario de dudas.
La querencia desvaneciéndose
en una lágrima sedienta.
Bagatelas en el licor de sus labios.
Su ausencia derritiendo mi boca.
Se murió de tanto amor… aquel refugio.



0 comentarios: