jueves, septiembre 04, 2025

Rafa Mora

 Desarmarse.

Desprenderse del dióxido que transpira la tristeza.
Engrasar el amor,
el propio y el ajeno.
Desatascar emociones con ventosas de luz.
Apuntalar la vida con sueños firmes.
Medir bien el desánimo.
Soldar el miedo.
Apretar, más si cabe, las tuercas al horizonte.
Construir un futuro sin deudas de pasado.
Y habitar la alegría,
reticente y huidiza, reciclando ese vértigo a estar buscando siempre.
Desarmarse.
Y en pie de paz,
quererse.



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