viernes, junio 16, 2023

Joaquín Lera

 EL ÚLTIMO BARCO

Confía, reaparece.
No todo es lo que parece.
Afortunadamente,
me gusta estar contigo.
Navegar en el mismo sentido.
Deslúmbrame, aúlla.
¡Que corra el aire! Libérame.
Cambiemos de ambiente.
Asomados a ese mundo que se estrecha,
solo hay vacío y tristeza.
Haz pucheros. Disfruta.
Compartamos nutrientes.
Desboca la flor de tu boca en mi lengua.
Acurruquémonos sobre tapices de menta.
Haz de cada instante algo grande.
Aíslame. Libérame.
Seamos semillas crecientes.
Doseles donde entren los rayos del Sol.
Bajo el lodo que invita al caracol,
no existe la enfermedad del olvido.
Cortéjame. Maúlla.
Podemos avanzar.
Hagamos cucuruchos de nieve.
Donde el corazón nos lleve.
Virutas con antojos de azahar.
Rétame. Fluye.
¿Qué pasa si lo ganado se destruye?
Cuidémonos. Es urgente.
Hay vínculos. Orígenes. Corrientes.
Pon algo de tu parte. Hazme una señal.
Detente. No hullas.
Si en vez de ayudarnos hay burlas.
¿Quién lo entenderá? ¿La Luna?
Habrá vértigo más que alegría. Locura.
Sin cercanía, nos rodeará el umbral.
Salgamos de dudas.
Seamos sinceros.
Sin tanto buril ni recelo estampado.
No quisiera quedarme sin faro.
Antes de que parta el último barco.



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