lunes, diciembre 16, 2024

Mateo Sujatovich

 "Cuando recibís halagos y medallas en tan poco tiempo, te empezás a preguntar cómo se sostiene lo que lograste"

El cantante y líder de Conociendo Rusia acaba de lanzar Jet Love, su cuarto álbum de estudio. En esta entrevista con EPU, comparte la experiencia de vivir en una familia de músicos, y cuenta cómo aprendió a lidiar con un éxito que le llegó antes de lo que imaginaba.

Encontrar a Mateo Sujatovich en Buenos Aires durante estos meses es toda una proeza. Desde agosto que está en plena gira mundial presentando Jet Love, el cuarto álbum de estudio de Conociendo Rusia.Una clara referencia a sus viajes llevando sus canciones alrededor del mundo.

Este nuevo trabajo abre una nueva etapa en el sonido de su proyecto solista, con nuevas influencias del rock de los 80 y letras más personales que hablan sobre el amor, el éxito y la vida en movimiento de un joven prolífico que en apenas seis años grabó cuatro discos y se convirtió en uno de los máximos exponentes del nuevo rock nacional.

En esta charla con El Planeta Urbano rememora sus comienzos y cuenta cómo es vivir en una familia de músicos, con un padre que tocó con Luis Alberto Spinetta, una abuela que le enseñó a tocar el piano a Charly García, y una hermana que tiene una carrera solista con vuelo propio.

–Dijiste que "Jet Love" es la crónica de lo que viviste en estos últimos años. ¿Cómo fueron exactamente?

–El disco empieza contando que hay un flaco viajando en avión que está un poco perdido y al que, de algún modo, lo salva el amor. Es una parodia, pero a la vez hay un poco de verdad. Para mí todo fue muy rápido y hubo momentos en donde me pregunté a dónde voy con todo esto y si lo estoy disfrutando o no. Cuando recibís halagos y medallas en tan poco tiempo, te empezás a preguntar cómo se sostiene esto que lograste y si hay que sostenerlo o no.

Soy bastante existencialista y me hago muchas preguntas de ese estilo. Creo que hay algo de eso en este disco, que describe versiones de Mateo atravesando algunas crisis mientras está en escenarios y en aviones, pero que también se divierte y la pasa bien, que es un poco la vida, ¿no? No es ni una cosa ni la otra, sino que a veces son las dos.

–¿Y cómo te sentís después de haber pasado por esa crisis existencial?

–La verdad es que estoy muy bien, o sea, tengo una vida linda, llena de proyectos, de gente que admiro que está al lado mío, y hoy puedo grabar en lugares que me gustan mucho, con los músicos que quiero. Gracias a mis canciones puedo irme de vacaciones, comer comida rica y tener tiempo para escribir nueva música, que es lo que más disfruto hacer.

–Es comprensible lo que te pasó. Mientras que a muchos artistas les lleva años hacerse conocidos, tu primer álbum captó el interés del público enseguida.

–Fue algo bastante inesperado. A mí todo el mundo me decía que, cuando arrancás un proyecto, hay que esperar al menos diez años hasta que empiezan a pasar cosas. Por eso yo no tenía ninguna expectativa de que todo esto sucediera. Mi primer disco tuvo un muy buen recibimiento por parte de la industria y me hizo entrar en las orejas de mucha gente. Después, Cabildo y Juramento fue como una trompada más para decir: “Conociendo Rusia ya es parte de una escena”. Las cosas salieron con mucha naturalidad y se dieron de forma orgánica. Nota aquí.



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