lunes, diciembre 22, 2025

Rodolfo Serrano

 Nubes altas

Ese cielo tan alto. Y esos ojos
que miran a las nubes.
(Recuerdo doloroso de otro tiempo).
Tú manera de hablar y tu alegría,
cuando estabas tan cerca de mis pasos.
Qué tiempos. La belleza de tus manos
sujetando la copa en esos bares
donde todo empezaba. Solo verte
era beber el vino de la dicha.
No te he olvidado nunca. Todavía
te contemplo de pie, morena y dulce,
escuchando a cualquiera y sonriendo,
tu mano acariciando en un descuido
mi mano sin que nadie lo notara.
Y tu ceño fruncido, concentrada
en cualquier conversación sin importancia.
Y, de pronto, a escondidas y salvaje,
ese apretado beso que me hacía
temblar piernas y brazos y latidos.
Miro este cielo alto, y estas nubes
que amenazan de fríos y lloviznas.
Y me siento a esperar a nadie y nada.
Regresas hasta mí tras tantos años.
Tanta añoranza tuya, de ti toda.
Cuando andábamos sin rumbo por la calle,
hacia ninguna parte y hacia el cielo,
sin prisa, sin cuidado. Sin hablarnos.
Mas el tiempo ha pasado. Y sin embargo
te vienes cada noche hasta mi cama,
te desnudas entera como entonces
y de nuevo me traes los cielos altos,
esas nubes que bebo de tu vientre.
Nunca el olvido, nunca. Ni en el sueño
de estas noches sin ti ya para siempre.
(Aún te sigo escribiendo. Y no lo sabes)
La foto es del gran Raul Cancio.



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