Cierran la Richmond y Buenos Aires pierde uno de sus 60 bares notables.
Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal, Oliverio Girondo y todo el grupo de Florida (aquellos “niños bien”, según sus rivales de Boedo) solían reunirse allí, a mediados de los años 20, para discutir sobre vanguardismo, renovación cultural y compartir poesías. Y dicen los que saben del tema, que por sus mesas también pasaron personajes como Horacio Quiroga y Baldomero Fernández Moreno, que se mezclaron sin pudor entre muchos otros desconocidos. Nota completa aquí.
miércoles, agosto 10, 2011
Richmond
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentarios:
Se me encoje el alma de ver estos "Patrimonios de la Cultura" donde convive la palabra a las conversaciones de un café, y las autoridades, ni siquiera se planteen el protegerlos de la especulación. Por desgracia ocurre en muchas ciudades y pueblos del mundo, por poner un ejemplo, tan solo mirar a la Gran Via de Madrid.
Publicar un comentario