Exiliados (felices) en el delta del Paraná.
Hay otro mundo y solo se encuentra a hora y media del centro de la ciudad de Buenos Aires. Acceder es sencillo: se toma el tren en la estación de Barrancas de Belgrano hasta la ciudad de Tigre y luego hay que buscar una de las lanchas colectivas que recorre los ríos del Delta.
La lancha ronronea por el río; manejada por su capitán con una destreza increible, se adosa a la orilla siempre que un pasajero lo demanda. Es un ómnibus acuático que se detiene a voluntad de los viajeros. El río se angosta pero se puede navegar seguro. Desde la orilla, una familia reclama la atención del capitán para incorporarse al trayecto. Su perra se queda atrás y ladra para acompañar a sus dueños. Se queda sola. Crónica aquí.
domingo, marzo 25, 2012
Carlos Carnicero
Publicadas por Romano a la/s 8:51 a.m.
Etiquetas: Carlos Carnicero
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