Si no cambian, habrá que cambiarles.
Hacía tiempo que no veía las calles de Madrid como las vi ayer, repletas de gente serena y consciente de que todo lo malo que está pasando no es inevitable. Hacía tiempo que no veía en ellas a gente tan dispar unida contra algo descaradamente injusto. Pero, sobre todo, hacía tiempo que no veía a tantos jóvenes -y eso que el Gobierno dice que hace lo que hace para ellos- en una manifestación convocada por los sindicatos. Es más, bastantes de esos jóvenes participaron en más de una y lo hicieron porque parece que, por fin, han caído en la cuenta de que lo más importante en estos tiempos tan duros es sumar. Crónica aquí.
viernes, marzo 30, 2012
Javier Astasio
Publicadas por Romano a la/s 5:21 a.m.
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