Pongamos que seas tú
No es que tenga el ánimo acelerado por
esta ausencia a diario, ni quisiera me lleves
a rastra como un despojo hecho trizas, al
menos, quiero merecer la memoria algún
año más, endulzar la amargura de tu saliva.
Sentado a esta orilla se me hace imposible
reconocerme, se fugaron la inspiración y los
duendes a años luz de mi, y hoy aún así, sin
saber el porque, borro el reproche que me
me encontré y lo sentencio a morir en silencio.
Completo aquí.
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