ALBERTO CORTEZ - III: BUENOS AIRES, EUROPA, «LAS PALMERAS» Y «RENÉE», EL GRAN AMOR DE SU VIDA
En 1958, finalizada la educación secundaria en San Rafael, ALBERTO CORTEZ se trasladó a Buenos Aires para estudiar en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Se hospedó en una pensión de la calle Libertad, 281, segundo piso sin ascensor, y, poco a poco, aquella hemosísima y apasionante ciudad –yo personalmente la amo– le fue conquistando y atrapando.
«Recién llegado a la capital ingresé en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la ciudad de Buenos Aires con la peregrina intención de llegar a ser abogado. Digo peregrina porque me seguía tirando la música y el canto. Descubrí un piano magnífico en el aula magna de la Facultad, y a partir de entonces gastaba más tiempo en él que en la biblioteca estudiando libros de derecho. [...] La noche de Buenos Aires a finales de los cincuenta era sencillamente una fascinación». Crónica aquí.
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