La vida
Estas cosas, amigo, aunque nos cueste,
son, sin duda, las reglas de la vida.
Yo puedo recordar, sin ir más lejos,
su sonrisa radiante cuando ella
llegaba a nuestra cita. Y sin esfuerzo
sentir aún sus labios como el vino,
y sus manos abriendo mi camisa.
Completo aquí.
0 comentarios:
Publicar un comentario