Todo es ahora
A mi amigo Carlos López Collado
Esa atracción salvaje de los cuerpos,
la furiosa pasión de los abrazos,
la succión de los labios en los pechos,
el calor de la piel, el suave vientre
donde Ismael perseguiría a la ballena.
Esa muerte dulcísima y querida,
cuando los cuerpos rompen el latido,
se emborrachan de limpias humedades,
se rompen en la esquina de la noche
cabalgan la locura del instante.
Completo aquí.
0 comentarios:
Publicar un comentario