martes, octubre 20, 2015

Carlos Salem

Un pájaro de menos

Hoy no tengo poemas felices que vender

a cambio de una copa de caricias.
Hoy no escribiré una sola línea que transpire
mi cínica pero dulce confianza
en la raza humana.
Tampoco acudiré a los libros que me salvan de mi mismo
ni ne haré el valiente
alardeando equilibrios de borracho
al borde de mis enanos precipicios.
Hoy.
Por un rato.
El mundo me ha vencido.
Completo aquí.

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