domingo, noviembre 29, 2015

María Baila Sola

COLONIZÁNDOTE


He sentido
aplastarse el pecho,
crujir las costillas
amenazando con partirse,
los pulmones luchando
por llenarse de aire,
acelerando la respiración,
cristalizarse el corazón
a punto de estallar
en un latido cualquiera.

Completo aquí.


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