Estopa, la reconquista
Los hermanos Muñoz hicieron suyo el Palau Sant Jordi con un combinado de rumba, rock y baladas emotivas
Si para un artista normal llenar el Sant Jordi es una gesta que se produce una vez en la vida y se recuerda con emoción a la hora de emprender el camino de vuelta a los clubs, para Estopa es al revés: lo de 'A solas', el año pasado, fue una rareza que ya ha sido severamente corregida con su regreso a los grandes recintos y una nueva noche, la séptima de su carrera, en el escenario de Montjuïc. Plaza a la que tienen tomadas las medidas, a la que anoche hablaron de tú a tú con un espectáculo más sofisticado de lo habitual, con vídeo y luces de tiros largos, y su receta de poesía de calle a golpe derumba con pelaje rockero y algunas baladas sentidas. Nota aquí.
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