Los últimos 100 pasos del Che Guevara como hombre libre
A 50 años de su muerte en Bolivia, enviados especiales de la revista Viva lograron acampar en el lugar exacto donde el Che libró su último combate.
Susana Osinaga tiene las manos tibias, arrugadas, barnizadas de amarillo. Son las manos que lavaron el cuerpo del Che. Ella apenas se asoma por encima de la frazada que la tapa hasta la nariz y la esconde de la muerte. Vive en la calle del Hospital Señor de Malta de Vallegrande, adonde la internan seguido, porque le baja el azúcar y la vida se le va escurriendo entre los dedos. Nota aquí.
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