“La poesía escarba en lo que no conocemos de nosotros mismos”
A los 94 años, es una de las visitas ilustres de la Feria. Ganadora de varios premios, entre ellos el Reina Sofía, recomienda para aquellos que estén buscando su voz poética: “Hay que leer mucho y en lo posible autores muy distintos”.
Un “poemita” de Gabriela Mistral propagó el asombro en una adolescente uruguaya. Ida Vitale no sabía que algún día ella misma escribiría muchos poemas, como “Accidentes nocturnos”: “Palabras minuciosas, si te acuestas/ te comunican sus preocupaciones./ Los árboles y el viento te argumentan/ juntos diciéndote lo irrefutable/ y hasta es posible que aparezca un grillo/ que en medio del desvelo de tu noche/ cante para indicarte tus errores./ Si cae un aguacero, va a decirte/ cosas finas, que punzan y te dejan/ el alma, ay, como un alfiletero./ Sólo abrirte a la música te salva:/ Ella, la necesaria, te remite/ un poco menos árida la almohada,/ suave delfín dispuesto a acompañarte,/ lejos de agobios y reconvenciones,/ entre los raros mapas de la noche./ Juega a acertar las sílabas precisas/ que suenen como notas, como gloria,/ que acepte ella para que te acunen,/ y suplan los destrozos de los días”. La última poeta de la llamada “Generación del 45” -en la que se incluyen autores tan disímiles como Juan Carlos Onetti, Idea Vilariño y Mario Benedetti, entre otros- es la “decana” de la delegación de escritores de Montevideo, la ciudad invitada de honor en la 44° Feria del Libro. El exilio marcó la vida de esta mujer de 94 años, que hace unos meses -después de la muerte de su segundo esposo el poeta Enrique Fierro, con quien vivió en Estados Unidos- regresó a su país. En 1974 decidió escapar de la dictadura militar uruguaya y se instaló en México, donde conoció a Octavio Paz, quien la integró al comité asesor de la revista Vuelta, y participó en la creación del semanario Uno más uno. Nota aquí.
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