EN EL AÑO QUE SE ACABA
Cuando me pongo tierno
estoy a favor de la noche
entonces ningún miedo es un fantasma
es como la oscuridad estrellada
si la noche trae el silencio
ese que araña el alma
me pongo rápido en guardia
llamo a los ángeles amigos
siempre de imaginaria
y llegan con sus cestos llenos
de pétalos como parábolas
derraman sobre mi cabeza
una lluvia de verdes templanzas
cuando por la ventana entra
el miedo disfrazado de nostalgia
simulo que estoy durmiendo
y entre las sábanas de agua
navego allende los mares
sueños de aventura dorada
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