domingo, octubre 12, 2025

Diane Keaton

Muere la actriz Diane Keaton a los 79 años, leyenda rompedora de los tópicos femeninos y ganadora del Oscar por ‘Annie Hall’

La intérprete encarnó a Kay Adams en la saga de ‘El padrino’, y apareció en filmes como ‘Rojos’, ‘El dormilón’, ‘Cuando menos te lo esperas...’ o ‘Manhattan’

La actriz estadounidense Diane Keaton (Los Ángeles, 1946) ha muerto a los 79 años, según ha comunicado un portavoz de la familia, que ha pedido privacidad y respeto para sus allegados, este sábado por la tarde a la publicación People. La intérprete, que saltó a la fama con El padrino, ganó un premio Oscar por su papel en Annie Hall, que Woody Allen le escribió inspirándose en ella misma, y se hizo con dos Globos de Oro y un Bafta. También fue conocida por su trabajo en películas como Rojos, Cuando menos te lo esperas..., La habitación de Marvin (por estas tres fue candidata a los premios de Hollywood), El padre de la novia o El club de las primeras esposas.

Pero además revolucionó la manera en que se mostraba la mujer en la industria. Keaton desdeñó desde sus inicios estilismos principescos y apostó por pantalones, sombreros hongos, chalecos y corbatas, además de definirse como un poco chalada y anticirugía estética. Creó su propia manera de vestirse, que era, sencillamente, el envoltorio de una forma distinta de entender la vida y la interpretación. Y en eso se incluye su constante apoyo a Woody Allen y elecciones de películas extrañas, con las que obviamente dio cortes de manga metafóricos al estrellato fácil.

Keaton comenzó su andadura en el cine en los años setenta e interpretó su primer papel relevante al meterse en la piel de Kay Adams en la película El padrino. Hija de un ingeniero civil y de un ama de casa que cantaba y tocaba el piano —probablemente, auguraba su hija, ella vivió la carrera que ansió en secreto su madre—, Diane Hall, que así se llamaba de nacimiento, huyó rápidamente a Nueva York en cuanto estudió Interpretación en la Universidad, y como apellido artístico seleccionó el de soltera de su madre, Keaton.

Su carrera empezó en Broadway, en el montaje original del musical Hair, en 1968. Desde los ensayos, el director de la obra le pidió que adelgazara y eso le llevó a caer en la bulimia. “Por eso no disfruté de Broadway ni de aquella experiencia”, recordaba décadas más tarde. Al año siguiente ya logró una candidatura a los premios Toni por su trabajo en Sueños de un seductor, la comedia escrita y protagonizada por Woody Allen. Fue su primera vez con Allen, y eso que la rechazaron en la prueba inicial por ser más alta (1,69 metros) que él. Finalmente, la contrataron. “Hay gente que ilumina una sala, ella ilumina todo un bulevar”, escribió Allen en su A propósito de nada. Aunque también definió sus estilismos con una ironía muy suya: “Es como si su personal shopper fuera Buñuel”. Antes, Keaton, en sus maravillosas memorias Ahora y siempre, apuntó: “Woody se acostumbró a mí, no pudo evitarlo: le encantaban las neuróticas”. Nota aquí.











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